9/1/19

Poema de Mónica Palla/Daniel Marino



sol implacable. tu palabra rebelde le sonríe.
las arenas vírgenes abren sus entrañas a tus pasos.
condenado y bendecido avanzas.
tu sombra también late. condenado y bendecido
tu corazón entrega su blandura a la intemperie.

ardua es la noche trabajada.
arduo es el nuevo día poblado por los tuyos.
has nacido y a la muerte sólo le permites su transitorio acto.
sobrevives sabio y harapiento.
sobrevives por la vida perdonado.

no comprendes, no puedes comprender,
los aciertos de tus involuntarios actos,
hijos de aquel remoto acto originario
que obediente elegiste y rebelde aún cantas.

© Mónica Palla/Daniel Marino

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