Poema de Susana Szwarc
Quemadura
Me ahuequé
(de golpe),
de golpe tapé la cara
con solución fisiológica.
¿Me volvería pirómana
y el vestido de la tradición
incendiado?
¿Te acordás cuando las tijeras
se hicieron escuchar
en el camposanto?
Desde ahí no pararon:
a cada rato un cizallamiento.
Sh, queríamos silenciarlas.
(Vos querrías. Yo no.)
Claro que te quería.
¿No me querías ver?
Me destapé primero un ojo,
después la mano
y el guante se fue al fondo
de una fosa común.
Esperábamos viendo (-viento)
Quien niega ahora, ¿afirma después?
Quien niega,
¿qué afirma?
¿Quién no va a la ventana?
Las huellas de tus pies
¿volvieran?, ¿todavía?
© Susana Szwarc
3 comentarios:
Quema. Ciega. Abrazo, Inés Legarreta.
Muchas gracias Inés. Un abrazo grande!
Susana, un poema que a cada rato te desacomoda, te hace sentir incómodo... entre el amor y el desamor... y la duda y la esperanza.
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