5/12/18

Poema de Santiago Morinigo



LA MADRUGADA INVISIBLE

Madrugada
          Una ciudad
La calle y sus ruidos
Luces que incandilan
un sueño acotado

Veredas rotas
veredas sucias
Allí
       siguiendo
la línea recta del cordón
Una paloma
        Una paloma y su andar truncó
Una paloma de alas deshilachadas
Paloma de ala rota

Una paloma sí
y su pequeña sombra
Sombra buscando donde quedarse
Herida ella

Dolida ella

Inconciente ella

Desestima el ruido
desestima las luces
desestima la veredas rotas  sucias
empobrecidas
y una ciudad
en una madrugada
donde la gente
y su humor de mierda
desestima la pequeña sombra
de una paloma
de andar trunco
de ala rota
Que busca
un lugar
un sólo lugar
y allí quedarse
    allí quedarse
     allí quedarse...
           Allí.

© Santiago Morinigo

2 comentarios:

Blogger Adriana ha dicho...

Muy lindo, Santi. Un poema en que el lector necesariamente se identifica con la paloma despreciada y sublima el dolor que le produce la indiferencia ajena. Muy bueno. Beso grande. Adriana Dirbi Maggio

9 de diciembre de 2018, 13:02  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Muy bien lograda la fuerza de la trasposición, gracias,

Silvina Vuckovic

11 de diciembre de 2018, 2:05  

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