17/12/18

Poema de Liliana Díaz Mindurry





CANTO VIII

Han roto mi garganta: ahora podré hablar,
han vaciado mi voz, sólo me queda el engaño de la palabra,
suspendida en mi tela, guardiana del misterio, centro de una hilera de
moscas atrapadas, mis criaturas,
clavada en el asombro, soy mi propio cáliz, mi propio
veneno. Apenas un punto entre el barro y las constelaciones
del absurdo, una fractura en el orden perfecto del vacío,
me acongojan los paisajes de los vivos, sus perfiles de máscaras.
El juego de los dioses: el religioso hermetismo de la geometría
que las moscas adoran. Sin fin la gratuidad de engarzar nubes,
hilos y poemas.
La locura es fundamento de las cosas,
gota en un abismo universal donde nada se teje
ni desteje:
ni mitos ni grandes decoraciones.
Mi tela separa el sueño de los durmientes del sueño
de los despiertos.
Perdí el hilo que sujeta la leyenda de vivir.

© Liliana Díaz Mindurry

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3 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

cuánto para analizar! gran profundidad tu poema. susana zazzetti.

17 de diciembre de 2018, 17:23  
Blogger graciela barbero ha dicho...

"Perdí el hilo que sujeta la leyenda del vivir" muy bello!
Un abrazo Graciela Barbero

17 de diciembre de 2018, 17:38  
Blogger Nerina Thomas ha dicho...

Nada se pierde, todo se transforma.

19 de diciembre de 2018, 7:59  

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