Sucede en el corazón
de quienes son más vulnerables
un
desierto sin agua,
un bosque sin árboles,
un mar sin peces,
costas sin lobos marinos.
Solo una jauría que ladra
a la
luna en noches frías.
Arrorró mi niño
canta una madre a su pequeño.
Una loba sin pechos
que
huye al gemido de sus cachorros
Sin dar vuelta el rostro se aleja,
y todo pierde sentido.
Árido desierto el desamor
que duele en el pecho,
Que altera el pensamiento,
y la
memoria vacía de recuerdos hurga
insistiendo tallar en las pupilas,
la silueta de la madre que ha dejado una
llaga
debajo de la herida .
Sucede que el busca olfateando
el
aroma a leche tibia busca
el tierno y seguro nido,
al
que todos vuelven…
Pero solo halla caminos
coartados y oscuros,
que lo incitan a perderse ,
a
que no regrese almita sin destino.
© Laura Elena Bermúdez
Tesolín
excelente poema, pineso que le sobra el "pero" que siempre resulta prosaista, pero eso es lo de menos. el poema es valioso y musical.
ResponderEliminarW.M.