LA RUEDA
trajimos charcos desde la niñez
barcos lentos de cuando nos rompieron
y una rueda
por las noches nos turnábamos para girarla
si lográbamos esperar un rato o diez pasos
el silencio se volvía un teatro
cuando las manzanas caían
nos pintábamos de rojo
y jugábamos a mordernos
atrás del telón el jugo era un árbol dulce
veloz y lento como este tiempo
de girar y prendernos fuego.
© Romina Funes
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