Abrazada al animal,
a su cintura
irregular y amplia,
su pelaje
me hace cosquillas
mientras desprende
un olor nauseabundo.
Mi mejilla toca su pecho,
y sus latidos
se escuchan.
¿A qué velocidad irán
su corazón y el mío?
¿Cuál de los dos será
más rápido
en medio del bosque?
Me aprieta
más que los hombres,
entonces despego
la cabeza de su pecho
y miro sus cuernos,
ramas barnizadas.
Los acaricio
y cuelgo en ellos
mi cadenita.
Puedo quedarme acá,
mirando esos ojos negros
que nunca lloran.
Los míos secos
de tanto desear.
© Natalia Litvinova
Natalia: tal vez sea mi primer comentario a tus poemas.
ResponderEliminar"Abrazada al animal": Me atrapó!
Sentí que era una cinta de moebius entre
ficción y realidad.
Un verdadero placer haberte leído.
Teresa Vaccaro.
Natalia:
ResponderEliminarMuy bueno tu poema! Me llevó de viaje de principio a fin con sus bellas y emocionantes imágenes poéticas. Te felicitoooooooooo!
Inquietante belleza la de tu poema, Natalia.
ResponderEliminarHermoso poema ,intenso
ResponderEliminarExcelente! Gracias por tu palabra Natalia!Abrazos litorales!
ResponderEliminarPoemón.
ResponderEliminarGracias poetas y lectores por sus comentarios, un gran abrazo, Natalia
ResponderEliminarHermoso el poema Natalia!!!
ResponderEliminarDe la ferocidad a la ternura, tu hipnosis para llevarnos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Claudia
Bello, como todo lo que escribes.
ResponderEliminarUn abrazo
Juany Rojas
Intenso y conmovedor poema, de relectura incesante, Natalia.
ResponderEliminarGracias!
Gracias a todos y a todas nuevamente, les mando mi cariño. Natalia
ResponderEliminarEstupendo de principio a fin!
ResponderEliminarmuchas gracias por tu bella poesía!
norma starke