LA DANZA DE LA VIDA ( o Week-end con
Edvard Munch )
"La
danza de la vida" (1899) cuadro de Edvard Munch
Consume
errar como un ave rapaz entre yelmos desangrados
y
corazas vacías:
el humo, eterno aprendiz de formas
clausuradas ,
se
desprende de un escorzo, de un borde,
de un celaje .
¿traiciona
la belleza del séptimo día?
Amó y amaré
el ocio, abuso de la ley del tormento:
irrumpo con un halo de gracia, como un lirio
contra rostros severos y patéticos
( creo que soy el centro de un ínfimo
planeta)
-y me equivoco-
soy una cabeza alborotada, un gajo,
un equívoco.
Aunque
el destino es una sombra, gota a
gota su desmesura
se filtra en mi piel. Me elige, mueve mis hilos
de marioneta de carne. Me acosa con quejumbrosas espigas.
El viento me desafía sin conocerme,
me
impulsa a enfrentar la nave
que
tiñe de color oceánico el vestido
blanco, el vestido negro,
las
flores azules, los labios rojos,
los giros apasionados de la sangre y del
dolor.
Acaso la redención fría de la luna
será como desasirse de un cuerpo de trapo de un astro muerto,
y
sentir repulsión
por ese dejo de piedad que aflora como un
arrullo musical
hacia la hoguera incesante del grito.
Fue y seré
ofrenda de mi codicia, como es ornamental guarida,
rumor espectral, limosnas del misterio,
albricias de la nada,
la danza de la vida.
© Elena Garritani
Excelente tu poema, Elena!!! Abrazo! Amalia
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