10/8/18

Poema de Norberto Barleand





Caricias del sol

Cabalgando madrugadas sin estribos,
      con un duende partido en cada mano,
      con un ángel despierto en la mirada

Impávidos gorjeos erizan
la tapizada serpentina de los años.

Colgado en las ojeras:
             un capitán de puertos
             un payador de alondras y teoremas 

Sobreviven banderas inconclusas
la soledad del mundo ,
     el sumergido espacio de las flores.

Pedregales del camino,
profecías
los pómulos del canto y el ultraje. 

Aun sostengo palomas en mi pecho,
un dolor de aullido que no cede
en la búsqueda del sol
                      y sus caricias.


© Norberto Barleand

6 comentarios:

Blogger Leonor Mauvecin ha dicho...

hermoso poema Norberto Gracias

13 de agosto de 2018, 0:05  
Anonymous Beatriz Minichillo ha dicho...

"Aun sostengo palomas en mi pecho".Bella imagen y bello poema

14 de agosto de 2018, 11:18  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Un duende en cada mano, en la mirada un ángel, enhebran palabras y esperan la caricia del sol. Bravo, querido poeta. Un abrazo.
Olga Ferrari

15 de agosto de 2018, 18:57  
Anonymous Anónimo ha dicho...

NorberTO. Tu poema es un racontto lírico desde este hoy, tu hoy y el de tantos. Hermoso. Abrazo de luz.
Cecilia Glanzmannn

31 de agosto de 2018, 11:32  
Blogger Ana Romano ha dicho...

Un placer leer tu poema y además sostener palomas en el pecho, una imagen que sorprende.
Un abrazo Ana Romano.

31 de agosto de 2018, 17:15  
Blogger Fabiana León ha dicho...

Hermoso, Norberto! Celebro cada una de las palomas de tu pecho. Abrazo

1 de septiembre de 2018, 10:06  

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