Ribereña
Años
después de vivir contra el río,
lo que
fluye
persevera y
purga.
Agua
siempre adelante.
En la
orilla se remeda todo pasado,
vuelvo al
ruedo. En qué cuenco
el silencio
de los ceibales.
Desde la
isla resplandece
la
dentadura vertical de las torres,
antes
patios con jazmines.
Dónde está
quien espera,
quien no
olvida.
Como el río
enloda los ramajes,
arrastro
siempre una pena.
¿Y si busco
lo que no es posible?
¿Han
demolido también la casa
de los que
me amaron, ya no saben
cómo
encontrarme?
Falso
Manhattan, la soledad era esto.
© Alicia Salinas
ResponderEliminarAtrapa la atención pero la historia es, indudable que hay una, resulta misteriosa, no me da ninguna pista, probablemente forme parte de un grupo de poemas, de todos modos es armonico, bien construido y bello,
clelia Bercovich
Gran poema! me gustó mucho! Gracias
ResponderEliminarQué bueno Alicia! Gracias por traerlo!
ResponderEliminarY el cierre muy certero.
Cristian Jesús Gentile
La descripción del paisaje avanza acompasada a la introspección y a la emergencia de un estado del ánimo. Bello y armónico ensamblado. Gracias Alicia!!
ResponderEliminarRaquel Jaduszliwer
Un poema sobre Rosario y nuestro rio, el Paraná. .. Gracias por sus palabras
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