Poema de María Marta Donnet

La última despedida 

Los dos están desnudos y la madera 

es fría en el silencio.    Cada uno 

en su finitud.    Han recorrido 

otros cuerpos     muchos años 

noches íntimas     hondas 

en las raíces      de la hiedra 

que entrelaza sus huesos. 

Él fundó el nido del final     cavó 

la fosa        jurando amor eterno. 

Ella siguió al amado quemando 

sus ropas.      Con una lágrima

 abrió la tierra sobre la tumba. 

Y con un manto de polvo 

cubrió su espalda        chal infinito 

y torpe. 

Ya estaba debajo su marido 

medio metro de tierra 

más abajo. 

Llora el color de la muerte. 

Él tan solo      tan solo 

con ella tan cerca.

© María Marta Donnet