a Frida G
hoy puedo
dibujar tu nombre
en este
renglón sin alambre de púas
ni ladrillo
de gueto
Todavía nos
unen palabras de historias
que por
algo no recuerdo
Frida
Grinberg, mujer que me dejaste
los ojos
celestes y cansados
Solamente el dolor de los partos
la casa a la espalda
y la escoba
en la mano, cetro que empuñabas
cuando
aquel rayo dividió tu cuerpo
en la mitad
del patio
Frida
Grinberg, mujer judía, polaca
Por qué
siempre te convoco
cuando
tiemblo ante mis propios holocaustos?
Hoy puedo
dibujar sobre la hoja
ese rincón
del patio
que te llevaste junto a los espejos
No reflejar
la muerte
que no se
multipliquen los cadáveres
Y que son
los recuerdos sino muertitos
amortajados
en la mente
Yo hubiese
echado al viento tus cenizas
para tus
ganas de gritarle al sol
tanta pena
guardada entre dos ruedas.
© Sonia
Rabinovich
Belleza cruda este poema.
ResponderEliminarAbrazos.
Tana Pasquini-
Poema exacto
ResponderEliminarUuuuffff
ResponderEliminarBrillante.
POEMA DOLORIDO COMO EL PERSONAJE Y BELLO DESDE ESOS OJOS AZULES CUYA MIRADA ENVOLVENTE TE CONVOCA. Un gran abrazo Isabel Llorca Bosco
ResponderEliminarBello, dolorido, intenso!
ResponderEliminarBesossss
ResponderEliminarEsta Frida es trama, nido, origen, tuya, familiar, vislumbrada en el dolor de la historia y el poema. Tu intensidad siempre presente.
Lily Chavez
Un poema que duele y llena de belleza. Hermoso. Griselda Rulfo
ResponderEliminarHermoso y conmovedor . Abrazos Sonia querida
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