Corro. Como lo hace mi propia sangre desesperada; una noria
a la que el sol y las estrellas ordenan su giro y parada. Corro porque algún
día burlando el rayo eléctrico de las gárgolas seremos bandera. Sé que las
palabras son desorden, que los otoños han sido ingenuos y hasta serviles, y que
las ventanas no han golpeado del todo convencidas sus aldabas. Pero corro.
Porque a lo mejor seamos alguna vez boca y pan y beso que no se parte en la
tormenta. Porque tal vez nos encontremos en alguna vuelta, perplejos ante la
ira o una sortija, dándole un manotazo de insensatez al equilibrio. Y entonces
quizás nos sumemos, digo, que en un salto de esperanza nos demos la mano,
porque este andar multiplica el tiempo y los hallazgos, que no son peces sino
botellas que trae el mar. Y corro, corro como un gato lleno de luz delante del
relámpago; porque necesito cansancio después del cansancio, porque así es la
oscuridad, y porque no hay remedio.
© Leonardo Vinci
"...perplejos ante la ira o una sortija..."
ResponderEliminar"...corro como un gato lleno de luz delante del relámpago..."
R.
www.revagliatti.com
Muy buen texto ,hermoso lenguaje
ResponderEliminarMe encantó tu poema, lleno de imágenes inusuales, muy expresivas. Un beso. Adriana Maggio (Dirbi)
ResponderEliminarun texto poético de gran calidad, de compromiso, de ejemplo, de un lenguaje casi perfecto que completa el texto al punto de poder nombrarlo ''poema''. me encantó. marta comelli
ResponderEliminar