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14/3/18

Poema de Hugo Francisco Rivella



EN CADA RAMA EL ÁRBOL DE MI CASA 

En cada rama el árbol de mi casa guarda secretos.
Si cortara su tronco, en los anillos de la corteza habría nombres que se expanden y lagos y espejos y mujeres de barro, mujeres vasijas, mujeres ánforas, mujeres hechiceras.
Me veo correr entre el follaje persiguiendo zorzales, fueguitos, reinamoras. Pirata de la luna. Barco del ensueñero. Horadador de andenes que cuelgan del
otoño y me veo al lado de mi niño, la cola del cometa, la flor que hace un escándalo por ser aguamarina,
y te veo, madre, 
barriendo,
mientras riegas, el patio, el escondite del ángel de la guarda y el temblor de la araña colgando de la sombra.
También cuelga la hamaca con mi boca sonriendo y mi inocencia impune  fatalmente inocente.
Baja del árbol, ya. No toques las estrellas. No despeines al viento. No sueltes a los pumas. No cortes el perfume del naranjo.
No espíes a la vecina.
Deja ya de jugar que eres un hombre.



© Hugo Francisco  Rivella

4 comentarios:

  1. Qué felicidad que alguien contemplando un árbol rescate las vivencias más puras y que logre con los recuerdos un gran poema, me encantó leerlo.
    Un abrazo
    Betty Badaui

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  2. Buenísimo, HUGO. Un abrazo Isabel Llorca Bosco

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  3. El árbol que encierra todas las vivencias. Muy bello.Un abrazo
    Graciela Barbero

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  4. Esos momentos cargados
    de recuerdos y vivencias, nos entregan una hermosa nostalgia y grata sensación por lo vivido. Cuánta belleza!

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