Poema de Gloria Oscares
Los entrañables días
Hoy tengo una cita con la nostalgia de mi barrio
Hoy persigo todo aquello que se opone al olvido
en el calor o el frío de los entrañables días
Hoy en el barrio donde los árboles unen el cielo con la
tierra
se vuelven sepia los atardeceres y el perfume de las
plantaciones.
Era otro el tiempo de sembradíos y de quintas
de la entrada del ganado en pie
de las historias de malevos
de las casas humildes con gallinas
huerta y parra
Tiempo de vendedores de leche y mimbre
y del pavero que pasaba para las fiestas.
Desde la llanura de las calles de tierra
hasta los pastizales que se cubrían de escarcha
se veía el Monte Dorrego
y el viento en las noches de verano
traía el aroma de eucaliptus y de tilos
El olor a ginebra
del bar Nipón
y a frutas del
mercado
acompañaron el sonido
del ferrocarril
se levantaron las
casas baratas
crecieron las
fábricas
Quedó muy atrás el tiempo
de cazar ranas en los charcos
Tiempo de rayuelas y trompos
de balero patines y triciclos
y de saltos a la soga en la vereda
Mi barrio también tuvo jóvenes que quisieron un mundo mejor
¿Están en qué ventana adornada de malvones?
¿Por qué calle sin nombre caminarán?
Se escuchan sus voces en los muros
otras voces que heredaron sus sueños
Estremece la historia que late bajo un cielo que cubre
el sentir de las familias
el vértigo de las calles
los miedos
el amor y la añoranza
Sobre los techos se evapora el rocío
Y los zorzales las
calandrias y gorriones
envuelven los amaneceres.
Ahora los pintores y poetas crecen con su canto.
Mitigan el dolor
© Gloria Oscares
Etiquetas: Gloria Oscares
1 comentarios:
Sustantivos, adjetivos y verbos me remiten a mi propio pasado, es un paseo por mi propia historia, o por su contexto, gracias por tan precisa y puntual memoria.
El poema me resulta entrañable.
Clelia Bercovich
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