Poema de Rubén Amaya
Mi tristeza y yo...
Garúa... tristeza... ¡Hasta el cielo se ha puesto a llorar!
Enrique Cadícamo
Mi tristeza y yo,
finalmente somos inseparables.
En las noches de invierno,
suele esconder las ventanas,
para que la muerte no me muerda a traición.
Acomoda en los rincones mis ausencias,
se burla silenciosamente con las sombras,
de las historias que bailan en mi memoria.
Cuando la lluvia regresa sola,
sale preocupada a buscarme.
me habla de las mujeres desconocidas
que guardan mis pedazos en sus carteras.
Algunos domingos, tan pálidos y viejos,
que ni el viento se acuerda de mi puerta,
se adormece en mi piel
y entona pequeñas canciones,
para que yo invente nombres
y me atreva a escribirlos.
© Rubén Amaya
4 comentarios:
Un poema tan lleno de nostalgia como las tardes de lluvia.Me gustó, muy bellos los últimos cinco versos.
Me gustó mucho esta poesía, triste pero tan lírica e intensa que vuelvo a releerla una y otra vez, hasta que la tristeza se hace poesía...
QUE LINDO POEMA RUBEN !!!! Un placer leerlo
Tan bien expresada la tristeza, se siente, emociona.
Un abrazo
Betty
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