Poema de María Lyda Canoso
ESTREMECIMIENTO
tanto prisma vidriado
tanta historia reciente más o menos
olvidada entre paredes rojizas y arcos de medio punto
nada importa a nadie en este mundo
sí importan las fotos que he visto de
acumulaciones
que parecen guardar vida
latas de betún oxidadas
montañas de pelo apelmazado
anteojos por miles de marco redondo
quien los viera no olvidará jamás
hablo de quienes en apariencia cumplieron
órdenes en el campo siniestro
Margaretha dará una vuelta en redondo
o Zulamita
no sé muy bien cuál de las dos dará la
vuelta en redondo
fotos fechadas el año en que nací más o
menos ese mes
¿se habrá alojado en mí
beba recién nacida
el alma de alguna de ellas?
una vez en una ensoñación he visto
desfilar cascos de soldados
todos iguales
en blocks en perfectas hileras
y supe que yo pude haber estado allí
es posible
tanta alma en perpetuo temor
conozco una médica bajita
rubia como yo
que salió asfixiada de esos
cuartos destinados a cámara de gas
me lo dijo entre estertores
le ofrecí mi ventolin como quien ofrece
un paquete de pastillas
pero no
ella tenía su propia cura para su
evidente asma
pasan bosques y más cerca autos y
camiones
he dormitado algo y sigue pasando el
bosque
en Berlin había gente que votaba a
Merkel
había gente corriendo una Olimpiada
cierro los ojos y escucho los pájaros de
ayer
sigue el bosque
ahora no más pinos
troncos altísimos
y arriba la copa
el cielo gris destellando
algunos claros entre bosques
siempre que regrese a los claros de mis
bosques
sentiré el estremecimirento
ese que
intermitente le sucede a mi
alma
nada como tener la conciencia alerta
saber lo que uno ha sido
porque la percepción de ese otro mundo
superpuesto que uno lleva
se siente
y mucho
yo no lo viví
lo vivió esa alma que se me infiltró el
remoto día en que nací
en el otro hemisferio
pero el cuerpo recuerda
reconoce
a veces sueña
pasan bosques
me pierdo en ellos como en un cuento
© Marily Canoso
6 comentarios:
Veo muchos poemas . Es que el poema es pasado y presente y es el mismo tren que va tan rápido y pasan bosques y las fotos, inútiles intentos de capturar lo que siendo futuro es ya pasado remotísimo. Pero vale la pena, la velocidad misma es una joya incomparable que es un regalo incomparable.
cle
, Qué recuerdo del "alma que se me infiltró aquel día en que nací", es decir, qué conciencia de ser en el otro, de sentirlo en el devenir de los tiempos e ir recorriendo una historia que parece olvidar los peligros "los alemanes votan a Merkel". Excelente Irene Marks
perdón , soy Clelia, en el último párrafo debe decir' Pero vale la pena, la velocidad misma es una joya, un regalo incomparable'
clelia
Hermoso, me atrapó. "pasan bosques/me pierdo en ellos como en un cuento". Así..
Celina Feuerstein
Tremendo poema. Una trompada en el alma.
Abrazo grande,
Alicia Márquez
Ay... Marily, Marily... quedarme en tu poema, sin golpes bajos lo certero al corazón parecía imposible pero en tu poesía siempre lo es: la belleza dolorosa desgarra y estamos allí compartiendo el día de tu primer grito.
gracias por escribirlo. Mariel
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