17/10/17

Poema de María Lyda Canoso


ESTREMECIMIENTO 

tanto prisma vidriado    
tanta historia reciente más o menos olvidada entre paredes rojizas y arcos de medio punto   
nada importa a nadie en este mundo 
sí importan las fotos que he visto de acumulaciones 
que parecen guardar vida 

latas de betún oxidadas    
montañas de pelo apelmazado 
anteojos por miles de marco redondo    
quien los viera no olvidará jamás 

hablo de quienes en apariencia cumplieron órdenes en el campo siniestro 
Margaretha dará una vuelta en redondo 
o Zulamita    
no sé muy bien cuál de las dos dará la vuelta en redondo 
fotos fechadas el año en que nací más o menos ese mes    
¿se habrá alojado en mí    
beba recién nacida    
el alma de alguna de ellas?    
una vez en una ensoñación he visto desfilar cascos de soldados 
todos iguales 
en blocks en perfectas hileras 
y supe que yo pude haber estado allí    
es posible    
tanta alma en perpetuo temor 

conozco una médica bajita    
rubia como yo    
que salió asfixiada de esos 
cuartos destinados a cámara de gas  
me lo dijo entre estertores 
le ofrecí mi ventolin como quien ofrece un paquete de pastillas    

pero no    
ella tenía su propia cura para su evidente asma 
pasan bosques y más cerca autos y camiones    
he dormitado algo y sigue pasando el bosque 
en Berlin había gente que votaba a Merkel    
había gente corriendo una Olimpiada    
cierro los ojos y escucho los pájaros de ayer    
 sigue el bosque    
ahora no más pinos 
troncos altísimos 
y arriba la copa  
el cielo gris destellando    
algunos claros entre bosques    
siempre que regrese a los claros de mis bosques 
sentiré el estremecimirento 
ese que    intermitente    le sucede a mi alma 
nada como tener la conciencia alerta 
saber lo que uno ha sido    
porque la percepción de ese otro mundo superpuesto que uno lleva 
se siente  

y mucho    
yo no lo viví 
lo vivió esa alma que se me infiltró el remoto día en que nací    
en el otro hemisferio 
pero el cuerpo recuerda    

reconoce    

a veces sueña    

pasan bosques    
me pierdo en ellos como en un cuento




© Marily Canoso

6 comentarios:

Blogger Clelia Bercovich ha dicho...

Veo muchos poemas . Es que el poema es pasado y presente y es el mismo tren que va tan rápido y pasan bosques y las fotos, inútiles intentos de capturar lo que siendo futuro es ya pasado remotísimo. Pero vale la pena, la velocidad misma es una joya incomparable que es un regalo incomparable.
cle

18 de octubre de 2017, 10:03  
Anonymous Anónimo ha dicho...

, Qué recuerdo del "alma que se me infiltró aquel día en que nací", es decir, qué conciencia de ser en el otro, de sentirlo en el devenir de los tiempos e ir recorriendo una historia que parece olvidar los peligros "los alemanes votan a Merkel". Excelente Irene Marks

18 de octubre de 2017, 10:28  
Blogger Clelia Bercovich ha dicho...

perdón , soy Clelia, en el último párrafo debe decir' Pero vale la pena, la velocidad misma es una joya, un regalo incomparable'
clelia

18 de octubre de 2017, 17:15  
Blogger Celina ha dicho...

Hermoso, me atrapó. "pasan bosques/me pierdo en ellos como en un cuento". Así..
Celina Feuerstein

20 de octubre de 2017, 9:56  
Anonymous Anónimo ha dicho...



Tremendo poema. Una trompada en el alma.


Abrazo grande,

Alicia Márquez

20 de octubre de 2017, 10:34  
Blogger mariel monente ha dicho...

Ay... Marily, Marily... quedarme en tu poema, sin golpes bajos lo certero al corazón parecía imposible pero en tu poesía siempre lo es: la belleza dolorosa desgarra y estamos allí compartiendo el día de tu primer grito.
gracias por escribirlo. Mariel

24 de octubre de 2017, 0:04  

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