8va.CARTA A LA BISABUELA ESTEFANIA
Andan gentes con sueños rondando las veredas. Cantan las
voces de la noche como agujas.
Te busco. Y estás. No partas ni me dejes ir.
Necesito tu abrazo de carbón sedoso como las trenzas de la
luna, el alma de tus guisos en las brasas, tu lluvia de silencios breves, tu
corazón de mujer tres veces madre.
Siento en las manos repetirse mis palabras hasta el lugar donde no hay
ecos.
Necesito tu fuerza, la bravura de tus plantas de pastora, tu
siembra y tus palmas.
Quiero el bravo corazón de enero con su frío doloroso para
que me cure de una sola vez.
Quiero el aullido de las lobas, para que me crezca hasta el
lugar preciso de la resurrección.
Quiero el cielo y una a una las estrellas que encendiste
cada vez de mi vida.
Debo bajar hasta el cáliz subterráneo, beber de la raíz de
tus nogales y regresar a subir, íntegra, conmemorada, sabia como los ojos de tu
entraña, pródiga, celebrada y final.-
© María Cristina Di Lernia
Cristina muy bella evocación que desenvuelve el recuerdo imagen por imagen. Un cierre sublime,
ResponderEliminarAbrazo y felicitaciones
María Paula Mones Ruiz
Qué lograda la pintura de esa bisabuela. Un honor haber tenido una persona así tan cerca. Poema lleno de nostalgia. Emociona.
ResponderEliminarProfunda evocación en la traza de la vida y sus orígenes. El sentimiento siempre abre caminos de regreso a lo que nunca muere. Gracias maría Cristina, abrazo.
ResponderEliminarQué hermosas imágenes,siento que lo onírico se vuelve real en este poema¡"Andan gentes con sueños rondando las veredas"!¡"tu abrazo de carbón sedoso como las trenzas de la luna"!
ResponderEliminarAmo este poema Irene Marks
Muy bueno, conmovedor.
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