Poco a poco, nos vamos como cae la tarde pacífica ante
miradas ajenas
y silbido de un tren lejano.
Poco a poco, dejamos nuestros huesos como abono de suelo
esperando ser fértil en el rocío de una pradera solitaria.
Seremos el recuerdo de alguien?
Volveremos en el canto de la noche o en el fulgor de una
ola?
Poco a poco se apaga la llama
no habrá chispa en la sonrisa
ni lágrima humedeciendo almohadas.
Habremos dejado alguna huella, un simple papel con garabatos
guardados celosamente ?
Poco a poco, el tiempo arrastra nuestros sueños hasta
desaparecer.
Levemente nos alejamos de los sitios perfumados
de las baldosas raídas,
de los puños y las rabias.
Habrán sido suficientes las caricias,
los amaneceres sobre tu pecho?
El tímido roce en la intimidad secreta?
© Patricia Corrales
Directo al corazón este poema lleno de interrogantes casi cotidianos.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
Besitos Eli
Eliminarhermoso poema que se enriquece en su contexto
ResponderEliminarte envío mis saludos María Luisa Márquez
Muchas gracias igual los míos
EliminarDelicadeza de poema.
ResponderEliminarMuchas gracias poeta un abrazo
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