ELLA
Ella tenía la casi convicción
de haber dicho todo
lo que tenía que decir.
Pretender seguir diciendo algo sería,
además de una soberana estupidez,
redundar hasta el absurdo.
¿Y si le quedara algo
realmente importante
en el tintero?
Moriría
ahogada
en tinta.
© María Rosa León
Qué gran dilema Rosa a veces me pasa.
ResponderEliminarBts Vic
Qué bueno, María Rosa.
ResponderEliminarUn abrazo
Betty
¡Gracias queridas amigas, Betty y Vic!
ResponderEliminarUn beso grande para cada una.
María Rosa León
Todo un despliegue de conjeturas con las palabras justas. Me encantó, besos Alicora.
ResponderEliminarSaber decir se puede o no según a quien, te envío mis saludos María Luisa Márquez
ResponderEliminarMuchas gracias, Alicora y Ma. Luisa por sus palabras de aliento y por su afecto.
ResponderEliminarUn beso grande para cada una
María Rosa León
Toda la poesía me encantó, pero ese final levemente irónico me mató.
ResponderEliminarMil gracias, Ricardo, por la generosidad de tus palabras y de tu afecto
ResponderEliminarUn beso grande y mucha suerte
María Rosa León