Texto de Mónica Aramendi
Un árbol, mis manos. Pájaros en los dedos. De tronco
envejecido las palmas.
Sostengo en ellas flores secas de antiguos otoños, nubes
llovidas y el único gorrión que perdió su nido.
Sobre mi pecho, en noches demoradas, esparcen semillas,
liban colibríes.
Amanezco de un sueño no soñado.
El jardín de la infancia se hace pueblo y un lirio se
recuesta en mi mejilla.
© Mónica Aramendi
Etiquetas: Mónica Aramendi
6 comentarios:
Poemazo Moni! Un lirio se recuesta en mi mejilla: bellísimo. Un abrazo
Graciela Barbero
Muy sensible , me encantó Maria Luisa Márquez
Mónica, ya la ilustración me atrapó, ni qué decir el poema, bellísimma postal.
Abrazos
Betty
MUCHAS GRACIAS A LAS TES, DE CORAZÓN!!!!
GRACIAS MIL
Tu lirio también se recostó en mi mejilla al leerte!!
Besossss
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