La Odisea, libro XVII
Ese mendigo que, estopa en crisma ves llegar,
ese despojo
que Atenea ha vestido
y a quien nadie conoce, ya cerca de casa,
al final del camino iniciado
veinte años ha,
es, sin embargo,
(lo has descubierto con un temblor de tus orejas)
el mismo apuesto doncel que te enseñara
a cazar ciervos y liebres por el monte
en aquellas tardes de libertad
cuando eras raudo y tu cuerpo elástico
y no esta
cosa
que yace hoy sobre el estiércol
(estopa en pelo, despojo también tú).
Mas, sin embargo,
-con la certeza instintiva que da la amistad
que profesan los de tu especie, no los de la nuestra-
en este alto mediodía eres el solo capaz de reconocer
(ni Eumeo ni Filetio ni tan siquiera Telémaco)
al astroso que llega y menearle el rabo
en penúltima señal de alegría
(veinte años ha el camino)
justo antes de ser a tu vez reconocido,
esbelto galgo de ayer,
por Ulises que retorna a habitar lo que es suyo
y atravesar de parte a parte a los traidores
pretendientes
que te dejaban morir en el estiércol
porque les recordabas
al amigo incómodo que se llevaron
(pero no para siempre, lo intuías)
los mares,
y al que creían ya morador definitivo
de esotra orilla
donde seguramente nos reencontraremos contigo,
Argos,
en alguna de tus formas y tus nombres
de invariable aunque múltiple
complicidad
con nosotros, pobres hombres,
que no te merecemos.
© Gabriel Chávez Casazola
Aliento épico en la voz que se escucha en el texto. Muy logrado. Gracias!!
ResponderEliminarRaquel Jaduszliwer
Excelente, tan vívida esa voz! Hermoso y mítico poema.
ResponderEliminarAbrazo desde Bs As., Gabriel.
Excelente, tan vívida esa voz! Hermoso y mítico poema.
ResponderEliminarAbrazo desde Bs As., Gabriel.
Excelente, tan vívida esa voz! Hermoso y mítico poema.
ResponderEliminarAbrazo desde Bs As., Gabriel.
Excelente, tan vívida esa voz! Hermoso y mítico poema.
ResponderEliminarAbrazo desde Bs As., Gabriel.
me encantó este enlace de dioses y humanos expresado con un tono recordatorio. susana zazzetti,
ResponderEliminarMuchas gracias, Raquel, por tu lectura... María Julia, gracias también, un abrazo. Ha sido un gusto conocerte y conocer tu poesía!
ResponderEliminarGabriel Chávez Casazola