Poema de Patricio Emilio Torne

LO QUE DIJO VLADÍMIR MAYAKOVSKI UNA

DE ESAS TARDES DELANTE DE SU MUSA

Igual que una lámpara encendida,

su cuerpo deja al descubierto

lo que ya había ocurrido:

ese ímpetu de la revolución, los modos

de enunciarla y su actitud

controversial adelantándose

a los años.

¿Acaso la caída de la monarquía

no se había sentido

como una liberación sin precedentes?

En Moscú,

los trabajadores

obligaron a los patrones

a conocer las bases

del futuro derecho obrero.

¿A que temerle entonces?

Ya en octubre, Lenin y Trotski

consideraron que el momento

de terminar con la situación

de doble poder había llegado.

Nadie creía en el gobierno provisional

y su aislamiento era definitivo.

La impaciencia

bolchevique era una tormenta en cierne,

sólo era cuestión de saber mirar.

Todo está dispuesto

del lado de los justos.

Liberarse, más que un derecho,

es una obligación.

La historia nos depara páginas

no exentas de belleza aunque

esté equivocado.

 

© Patricio Emilio Torne