Sesión de maquillaje
Me pinta los labios
y el color entra por la sangre del espejo
con un
beso.
Su pequeño pulso hace estragos en mis muecas.
Detrás de los borrones rojos
una niña juega a tener la edad que ya no quiero.
Me dice que estoy hermosa
y que parezco un
monstruo.
© Claudia Tejeda
Qué final...las últimas cinco lineas son fatales, qué manera de acribillar al espejo!!
ResponderEliminaruna contradicción final que obliga a rescatar la niña. siempre con tu dulzura y exquisito estilo.susana zazzetti
ResponderEliminarCaludia es un poema profundo con extrema poeticidad y lleno de dolor.
ResponderEliminarGraciela Licciardi
Comparto tu decir, poeta también me asustan los espejos, y me duele mi imagen duplicada.avic
ResponderEliminarBellísimo y tan real. Ese verso final es un remate genial!!
ResponderEliminarBesosss
ResponderEliminarSí. Los espejos tienen esas cosas.
Bellísimo poema.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Muy bello, Claudia. Me trae al recuerdo momentos similares de juegos y simulacros con nuestros bellos monstruos amados. Gracias.
ResponderEliminarDisfruté enormemente de tu espléndido libro Ojo con patio, que desborda poesía y buen gusto literario.
Un beso. Adriana Maggio (Dirbi)
Qué bello poema CLaudia!!
ResponderEliminarMe faltan tres meses para que nazca Bruna, mi primera nieta. Llega la hora del juego a mi vida!!
Bello y fuerte como siempre un placer leerte Unos abrazos
ResponderEliminarTodo lo que pueda decir no reflejará fielmente mi admiración por tus palabras. Belloooooooooooo. Griselda Rulfo
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