Tiempo
No hubo tiempo para preguntas.
El tiempo corre rápido
como en declive
hacia la empuñadura del sol.
No hubo tiempo,
faltaron los minutos
y el aire sonó aterrado
como un instrumento
ejecutado por error.
Las palabras
escasas
se escondieron
tras la desembocadura
de la lengua.
Quedó, extendido,
el sonido gutural
del grito
por tanta certeza inútil
y una luna roja
flotando, infinita
en el costado de mi sangre.
© Beatriz Minichillo
altísimo nivel expresivo el de estos versos. una maravilla. susana zazzetti.
ResponderEliminarLA ARQUITECTURA DE UN GRITO, LAS MARCAS DEL DOLOR SE PREPARAN Y CONFIGURAN SIN VOZ EN LA CAPACIDAD DE UNA AUTÉNTICA Y REFINADA POETA, DIFERENTE, ES DECIR, ÚNICA. Y EL GRITO LO OYE EL LECTOR. Un gran beso Isabel Llorca Bosco.
ResponderEliminarMuchas gracias, Isabel y Susana
ResponderEliminarEste bello poema presenta una veloz secuencia de acontecimientos: la urgencia del tiempo; el terror con la imagen del acorde desafinado; las palabras que se esconden; y el grito "gutural" del desenlace con la hermosa imagen de la luna reflejada en la sangre. Acertadísimos como de costumbre la ilustración elegida y el color del texto sobre fondo negro, de nuestro querido anfitrión Gustavo Tisocco. Gracias y felicitaciones, Elena S. Eyheremendy
ResponderEliminarMuchas gracias, Elena por tu analisis detallado y por su contenido
EliminarQuerida Betty, he aquí un poema sobre la certeza de un dolor que llega en escasas palabras. y una imagen muy bella en el final. BESOS! Amalia M. Abaria
ResponderEliminarExcelente. Transmite la urgencia, el terror extremo, la certeza del desenlace sangriento. Estremece. Un abrazo. Adriana Maggio (Dirbi)
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