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10/1/17

Poema de María Marta Donnet


Del desamparo 

Fui destetada al nacer. Deshijaron mi hambre 
y la orfandad fue cubierta con ramas 
y almizcle que acercaron a mi boca 
para apagar el sol. Enlodé los pechos 
de la loba que me alimentó. Leche amarga 
el dolor entibiaba. Mi nacer entre dos mares. 
¿No fui animal de arena? ¿No fui la sombra 
del temblor? ¿No fui aullido? 
¿Miedo de ser cordero y que el pezón 
me descubriera inocente y blanca? 

Fui destetada al nacer. Con un jirón de viento 
soplado desde el abismo. Y así perdí mi derecho 
a ser esencia. Inconclusa alma partida en dos. 
Yace una parte con los restos del cordón
 en la alcantarilla mecida lejos del bosque 
de trinos. Y la otra de mí sorbe 
el pezón que alimenta un cuerpito separado 
del vientre del duro amor. 

Fui destetada al nacer y me nutrió una loba 
y luego crecieron el pelo 
y los colmillos y sólo 
aúllo cada vez 
que muero.


© María Marta Donnet

5 comentarios:

  1. si el dolor y la tristeza convertidos en poema son perfectos, aquí está. susana zazzetti.

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  2. Beatriz Minichillo10 de enero de 2017, 20:17

    Muy buen poema, pleno de fuerza y desgarramiento y belleza

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  3. Qué fuerte,y qué imágenes María Marta, hermoso! Gracias. MARÍA CRISTINA DI LERNIA

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  4. Bellísimo y conmovedor poema, María Marta! Fuiste diciendo el dolor, el destiempo, la orfandad, ese viento del abismo que anuda dos desamparos desde el origen. Como cada uno de nosotros, almas partidas e inconclusas hasta el último de nuestras días, aullás cada vez que morís y también cada vez que renacés en un poema parido para vos y luego para los otros. Ahí, en cada poema, nuevamente la loba amamanta y su leche es un poquito menos amarga.
    Muchas gracias!

    Un abrazo
    Amalia Zacoutegui

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