3/1/17

Poema de Alejandro Méndez Casariego


Frío

No pudimos templar
el hogar de nuestros hijos
el invierno
es un vapor helado en las habitaciones
una escarcha en las sábanas
el fogón sólo un humo
que nos hace llorar.
Busco la tibieza en la memoria
del último verdor
del abrazo perdido
del amor que creímos

Pero es débil

Tiemblo bajo una seda que no abriga
sentada sobre mis talones
hundo mis manos buscando
calor entre los muslos
pero también allí
habita el frío de tu ausencia

Pido a los dioses de mis padres
que me den a la niña
que creía en las cosas que florecen
que sentía la tibieza
de la mano del mundo
aquel suave calor de la inocencia.


© Alejandro Méndez Casariego

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7 comentarios:

Blogger Liliana ha dicho...

Alejandro, me encantó el poema, me encantó la armonía con que se va desencadenando...Felicitaciones y buen 2017

Lily Chavez

3 de enero de 2017, 21:11  
Blogger Nerina Thomas ha dicho...

Muy bello. Tristemente bello.

5 de enero de 2017, 23:21  
Blogger Adriana ha dicho...

Hermoso poema, especialmente la última estrofa, que vale por sí misma. Un abrazo. Adriana Maggio (Dirbi)

8 de enero de 2017, 12:27  
Anonymous Anónimo ha dicho...

"suave calor de la inocencia"

bello texto
gracias

norma starke

9 de enero de 2017, 11:31  
Blogger Ana Romano ha dicho...

Un poema triste y bien logrado y con un verso final contundente.
Un abrazo Ana Romano.

15 de enero de 2017, 16:45  
Anonymous Anónimo ha dicho...

gran poema que se reparte la frialdad de la vida con la evocación de la niña que sentía "la tibia mano del mundo". Con belleza y el revés de desengaño. Un abrazo Isabel Llorca Bosco

16 de enero de 2017, 16:18  
Anonymous MARIA LUISA MARQUEZ ha dicho...

UN DESAMOR QUE NO PUEDE ENTIBIAR EL RECUERDO DE LO QUE FUE, UN ABRAZO DE MARIA LUISA MARQUEZ

25 de enero de 2017, 20:56  

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