conejo
primeros pasos
en una
inmaculada hazaña
en
busca de consuelo
ante la
dicha de tener un amo
y no
ser amado
se miró
al espejo de azulejo
(la
instantánea
pero no
creíble
ternura
de los otros)
por
última vez se miró a sí mismo.
y, de
repente,
en pendiente,
quizá
como una respuesta
a esta
manera de querer,
a esta
extraña manera de querer
metióse
debajo del auto
y
espero a que la rueda rodara.
© Nicolás
Ghigonetto
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