ERNESTO GUEVARA
“eres nuestra conciencia acribillada”
Mario Benedetti
La imagen enhiesta
del hombre nuevo
se eleva sobre su alma
entre el sacrificio
y la esperanza
de los pueblos heroicos
donde su figura
se convirtió en leyenda
de rojo profundo
como su sangre derramada
en el mismo corazón
de nuestro continente
© David Sorbille
David Sorbille dijo...
ResponderEliminarMuchas gracias, querido Gustavo, por la publicación de este poema incluido en mi libro El fusil de trigo. Un abrazo
Muy bueno, David. Y mejor aún en tiempos de desencanto, en que parecería que todas las sangres derramadas no fueron suficientes. Un abrazo. Felices Fiestas. Adriana Maggio
ResponderEliminar
ResponderEliminarBellísimo homenaje, David!
Un abrazo,
Alicia Márquez
David Sorbille dijo...
ResponderEliminarMuchas gracias, Adriana y Alicia! Las abrazo
Es cierto, que gran homenaje.
ResponderEliminar