Hacer de la cama un
barco
II
Montábamos el barco
acelerando la proa
entre pezones anclados
haciendo sucumbir espejos
cubiertos de soles
mientras las caracolas rondaban
por arenas blancas
y los ojos de mar
prendían fuego.
© Cynthia Rascovsky
Cynthia, tu poema es bueno. Un beso Isabel Llorca Bosco
ResponderEliminarMe gustó.
ResponderEliminarBesos