BOSQUE
Hallar esa contraseña
primer alarido en un azar de repente
o indiscreción cotidiana
oler las rebeldías como pasos hacia el no conformismo
quitar de la cima a ese héroe que intenta digerirnos.
Hallar la voz, nuestra voz y gritar
hasta transformar la atmósfera en madreselvas
enredaderas de palabras
para que no olvidemos pronunciarlas.
Quizás cuando salga al camino no esté el invierno
las voces sean solo murmullos
y estés esperándome para ser bosque,
nuestro propio bosque de nunca quedarnos quietos...
© Claudia Ainchil
Qué encantador mensaje.
ResponderEliminar- nuestro propio bosque -
Hermoso Claudia!!