Poema de Marcos Wertheimer
DANZA DEL POETA
Bendigo esta danza que me habita,
esta vida que me danza.
El cielo está abierto,
un gran ojo de porcelana
de cara a la eternidad.
Oh danza de poetas desnudos,
ritual de vientos cálidos del otoño.
Lágrima, manantial,
donde se refleja mi rostro de cristal.
¡Descansen sobre mí todas las tristezas!
Ya no tiembles, pequeño.
Ya no tiembles,
poeta.
Tiembla.
Tiembla hasta que tu temblor tenga el ritmo de la luz
o indomable se transforme en el vuelo de los cisnes,
en la carcajada de Dios.
Descansen sobre mí todos los fuegos
hasta que sólo el Sol resplandezca en esta piel
Descanso sobre mí
¡descanso y danzo!
hasta deshacerme
hasta renacer
en la canción que el silencio descubre.
© Marcos Wertheimer
4 comentarios:
danza única.
Abrazo
Creativo, original, movilizante; me agradó
Saludos
Betty
una propuesta estética muy interesante
gracias
W.M.
Tremendamente bello! tanta frescura...un abrazo Marcos!
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