La vida
despliega el almanaque sumiso
descolgando
suspiro en
escalera.
El ventanal de la tarde
– cuadro hacia dónde va la mirada –
que espanta la sombra
aplasta la pena
del decir oscuro
y se cuela
entre las vetas
de la mesa de bar
que me cobija.
Una verde luz
asesina
la esperanza.
© Griselda Rulfo
" el bar que me cobija" ¡ cuántos poemas intensos como éste en el bar! parte tuya, tus lecturas, tu tiempo, tu placer. me encanta, gris. abrazo.
ResponderEliminarTodo cobijo es una sombra amiga. Buen poema.
ResponderEliminarOh, amiga querida, tu poema llega profundo al lector, lo cala con su tristeza y desolación y eso es lo importante en el poema:no dejar indiferente al lector.
ResponderEliminarTe mando un gran abrazo
Juany Rojas
La pena del decir oscuro... Aún puede nombrarse la oscuridad con la luz de tu poema. Gracias. Sonia Rabinovich
ResponderEliminarLa desolación se vuelve belleza en tu poesía, Griselda. Es un poema que llega al alma. Un beso grande. Adriana Maggio
ResponderEliminarme encantó!!
ResponderEliminarUn cariño!!