Poema de María Ángeles Pérez López
Temblor de los andamios interiores.
Descorchada la luz
como una flor de vientre enardecido,
¿dónde el soplo del aire
al final de sí mismo,
en sí mismo abotonado por cada hora?
Calcinación y el lento llanto del desastre.
¡Oh primor de las formas, y el reverso
es una herida ambigua...!
© María Ángeles Pérez López
3 comentarios:
Bella sintesis de las más ambiguas heridas. Enhorabuena por este poema.
Las heridas dan letras como éstas.
Un abrazo
ste poema tiene color, tiene tejido verbal, es grato lo que se siente al contacto con sus bellas imágenes
gracias
Walter Mondragón
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