Equilibrio bajo
los párpados y
arriba el cielo
estrellado
Voy a dormir,
nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara
en la cabecera;
una constelación,
la que te guste,
todas son buenas;
bájala un poquito.
Alfonsina Storni
Pensaste en mí
/ mañana.
En vos / yo
he de pensar
ayer.
Pero nunca
nada habrá sido
en vano
si hoy
me dices tu
nombre
y duermes
con el mío.
Sólo apúrate
a mentirme quién
eres
a soñarte
soñarme
con el
plumaje rojo del
cielo del Oeste
mientras hundes
tus telones
suntuosos como nubes.
Dado que
rara vez
pudimos desvelar
serenamente
la joya
atormentada de nuestros
Amarillos
tomá mejor
mi nombre ahora
ame tu
gema abraxas.
Pues sólo
allí / donde cuando en
cuanto
el Funámbulo
halle por fin
cobijo
la Palabra
levantará su tienda
tabernáculo como señal
y sólo
allí mi duro
Corazón
perdonará al
duro Corazón de mi Enemigo.
Entretanto entonces
ya no esperes.
Dime ya
que me amas como
el Mar profundo
e infinito
cuyo oleaje
mueve y se
mueve y procrea /
pero calla
cuanto vio más
allá.
Más acá
de la cáscara
de huevo
donde nos
perfumamos cada día / y
donde
más o
menos aterrados bajo
los párpados
aguardamos la
Noche / Hermana / Hermano / Cielo / Mamita /
que nos
duerma por fin
y olvidemos la
Cuerda
que sostiene
angosta el Equilibrio.
a Enriqueta Uriarte,
Mamita
a Jean-Richard, mi
padre
a Soledad Agüero
a Eugenia Rivara
© Elena
Eyheremendy
Diagramado lo mejor que bloger me deja Elenita, abz.
ResponderEliminarExtraordinario este poema, querida Elena:la fragilidad humana, el desamparado, ya no espera, no puede esperar. Solo el amor, vencerá el terror, la muerte. Abrazo! Amalia M.Abaria
ResponderEliminarhermoso poema!!! gracias por compartirlo, francisco
ResponderEliminarelena como siempre alta pluma.ppako rizzo
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