18/3/16

Poema de Alicia Cora Fernández


DESTINO DE LINTERNAS 

Parada frente a la boca negra del campo, la noche es conmigo. 
Los caminos bañados de sol se apagan convocando fantasmas. 
Vuelan a mi lado cientos de luciérnagas, 
hermanas a las que olvidé en una de las esquinas de mi infancia. 
Sólo esta noche y ni una más volarán para mí. 
Abren y cierran sus alas buscando un destino de linternas, 
Efímeras y frágiles, nacidas en negros deshechos 
muestran fugazmente la blancura del bautismo. 
Inútil es el intento de atraparlas en la botella cazadora, 
Huyen hacia un camino dibujado en el cielo y en un vuelo rasante se enredan en mi pelo. 
Tejen sobre mi cabeza una diadema de luz y esta noche, por única vez 
seré la reina coronada en el destierro. 
Después, cuando a la magia de la luz 
la anule la oscuridad de su anunciada muerte, 
volveré al yo mujer, al camino errático y eterno 
que buscará luciérnagas en el barro. 
Esas, que iluminan mi estar, 
y en las horas que preceden al alba. 
pueden llegar a su destino de linternas. 
Convirtiendo la noche en día y las rutas del cielo en caminos con llegada al paraíso. 


© ALICIA CORA FERNÁNDEZ

Imagen enviada por la autora del poema

16 comentarios:

Blogger Rumen Limay ha dicho...

Alicia, trabajo intenso en este poema. Pensamientos profundos que hablan de destino, luz y sombra del camino que es la vida. Me gustó. Un abrazo. Antonio Pourrere

18 de marzo de 2016, 12:56  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Espectaculares imágenes brindás en el poema!! Gracias por compartirlo y
abrazo de Tere Vaccaro.

18 de marzo de 2016, 19:23  
Anonymous Anónimo ha dicho...

alico me emociono mucho que forma tan magnifica de expresiones ,intenso poema la efimera luz de la vida , del destino te quiero compa y te felicito nelly

18 de marzo de 2016, 20:08  
Anonymous Anónimo ha dicho...



Alicia: Leí “Destino de Luciérnagas” Me sentí atrapado por la temática y encanto personal que pones en tus versos.
No me sorprende en vos esa magia, pero este poema me movilizó.
Te felicito, Roberto Giménez


19 de marzo de 2016, 8:36  
Anonymous Anónimo ha dicho...



Bellísimo y luminoso poema, Alicora.

Un abrazo.

Alicia Márquez

19 de marzo de 2016, 16:18  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Impresionante , poema, siempre las luciernagas me apasionaron y tu manera de describir su efimera luz me conmovio Hermoso
Lia

19 de marzo de 2016, 17:18  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Impresionante y bello poema. Como siempre, impactante tu descripciòn de la escena. Me encantò. Felicitaciones. Baby

20 de marzo de 2016, 11:31  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Muy bueno Alicia! Que ingenio!!!!!
Besos de Inés Linos Cascarini.

21 de marzo de 2016, 10:23  
Blogger irepoesia@gmail.com ha dicho...

Hola Alicia: Desde ese "la noche es conmigo" entramos en un terreno profundamente lírico, con un "vuelan a mi lado cientos de luciérnagas", porque la magia de esa travesía donde hablás de "su "destino de linternas" nos cautiva, y con vos la recorremos cuando "huyen hacia un camino dibujado en el cielo". Gracias por traer a las luciérnagas, que, como para vos, fueran compañeras de mi infancia, y trajeron ese hechizo que advierto en tu poema y me recomforta. Lo disfruté muchísimo Irene Marks

21 de marzo de 2016, 11:13  
Blogger Elisabet Cincotta ha dicho...

Profundidad en este poema tan bello.
Abrazo
Elisabet

21 de marzo de 2016, 12:17  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Quién, cuando fue un nene no trató de cazar una luciérnaga? Era una tarea muy difícil pero los intentos eran vanos y cuando lo lográbamos era muy efímera su vida. Ese era su destino, espero que esta luciérnaga tuya viva por siempre. Hermoso poema, besos de tu fiel y siempre amigo Eduardo Calabrese.

21 de marzo de 2016, 17:53  
Blogger Nerina Thomas ha dicho...

Cuántos momentos, encuentros únicos que atesoraste y hoy le volved a dar vida. Como si le dieras cuerda a tus juguetes. Me encantó!!
Un cariño grande!!

22 de marzo de 2016, 14:21  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querida amiga, he leído con inmenso placer tu poema y me retrotrajo a mi infancia, cosa que te agradezco enormemente. Para mí fue la etapa más gloriosa de mi vida, donde no había penas ni dolores, sólo los juegos y los sueños eran parte de nosotros. No dejes nunca de escribir, tus lectores y yo vamos a estar agradecidos siempre. Felicitaciones y un enorme beso de tu amigo en la distancia Carlos José Peña.

27 de marzo de 2016, 10:00  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Imposible dejar que tu poema no toque el alma, es muy hermoso leerlo y situarse en el lugar de esa luciérnaga ávida de vida. Me gustó muchísimo, felicitaciones Haydeé M. Catalani.

28 de marzo de 2016, 9:04  
Anonymous Anónimo ha dicho...

¡Enorme poema!, no cabe otra palabra. Un abrazo Luciano Carballo.

28 de marzo de 2016, 13:25  
Blogger Prof. Mariana Derosa - Coordinadora de Informática ha dicho...

Precioso maaa!!! Además, AMO A LAS LUCIÉRNAGAS <3

15 de abril de 2016, 21:02  

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