24/2/16

Poema de Máximo Ballester



EN LA ORILLA, 63

Orinar entre palomas que sumergieron su hambre en un puñado de migas de pan. Vaciar el macho en ese chorrito, ser agua en el sonido del agua, ausentarse hasta del tacto del dedo índice y el pulgar direccionales. Derrumbarse en la belleza de esas viejitas encorvadas, de alas vivaces, con canastas de mano. Enmudecer. Quedarse en blanco. Ya sin piel para aire, ya sin carne. Sentirse de más como hombre, como género.


© Máximo Ballester

8 comentarios:

Anonymous maria alicia ha dicho...

Si todo eso trasuntara esperanza aún en el después, estaría con vos amigo. Muy buena construcción.

26 de febrero de 2016, 14:55  
Anonymous Anónimo ha dicho...



Este poema siempre me encantó.
Y una vez más, lo compruebo.

Abrazo.

Alicia Márquez

27 de febrero de 2016, 20:34  
Blogger mariel monente ha dicho...

muy bueno, Máximo.

27 de febrero de 2016, 22:16  
Blogger Adriana ha dicho...

Muy bueno. Todo puede convertirse en poema. Me gustó mucho. Un abrazo. Adriana Maggio

28 de febrero de 2016, 9:19  
Anonymous Anónimo ha dicho...

lo suyo es siempre dicho con un peso muy especial. alto poeta. PAOLANTONIO

28 de febrero de 2016, 16:23  
Blogger Anamaria Mayol ha dicho...

Siempre un placer leerte Me gustó mucho Un gran abrazo

2 de marzo de 2016, 18:27  
Blogger Anamaria Mayol ha dicho...

Como siempre me encantó leerte Gracias Un abrazo inmenso

2 de marzo de 2016, 18:29  
Blogger sacanueces ha dicho...

buenísimo, me encantó!!! gracias por compartirlo, francisco

7 de marzo de 2016, 23:49  

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