5/2/16

Poema de Marta Comelli




Nada dicen,  ya.
Espacio desierto es el recorrido de ayer
a este punto de poca luminosidad.
Vuelven.
Igualmente vuelven.
Las percibo en una mano blanca
cualquiera.
Una manta en espera,
una copa transparente líquida y fresca
derramándose
sobre las flores de un vestido de sedas.
Nada dicen, ya.
Aceleran. Torpemente.
Vuelven a mí
me miran a los ojos mentirosas.
No son lo que eran
Y  aún aceleran. Aceleran mi ritmo, el de mi corazón.
como la ola retráctil y dañina
que en su regreso torpe y brutal crece y alimenta muertes
se inmiscuyen en Todo lo que queda, 
oscuridades crecientes,
construcciones míseras.

Como un llanto de niño demandante son
y demandantes regresan enseñoradas  y marcan.
 -No dan respiro-.

Marcan mis ojos de niebla
 inevitables,
mis piernas de acero
atoradas en sus lianas,
-hilos finísimos, miserables, efímeros-
tus manos
del recuerdo,
mi boca
del abismo.


© Marta Comelli

2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

magnífico, marta, has despertado un clima que acelera la espera del final. abracito. susana zazzetti.

6 de febrero de 2016, 11:48  
Blogger Liliana ha dicho...



Me detengo en cada palabra a verte, porque estás allí, porque te sé en la profundidad, en la luz de tu escritura que quiere ver más, gracias Marta, siempre

Lily Chavez

10 de febrero de 2016, 10:26  

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