Bruja de agua
Fue creciendo la desconfianza sobre mis hombros. Al borde
de mis labios ráfagas de vidrio
laceraban el olor de tu silencio. El que nació
cruel en la comisura de la mentira. Y mató
mi pubis desolado de frutos y de luna. Gastaron
mis manos tu cuerpo sin encontrar
las pasiones ni el filo del temblor. Sólo
la sangre en la empuñadura
que hundiste en el tronco de mis alas. Cayeron
las plumas que se inmolaron azules
sobre la plaza de tu vientre. Cayeron
las cáscaras del santuario inaugurado a espaldas
del hambre. Cayeron los dragones
llevándose el fuego y también. Los jacintos
escondieron sus colmillos después del beso. Infame.
El anzuelo que muerdo despacio con mis dientes
de leche y trago
las ganas de amar
o de morir.
A veces da lo mismo.
© María Marta Donnet
Muy bueno. La excelencia del pase de factura poético. Me gustó mucho. Hay imágenes muy fuertes y originales. Un abrazo. Adriana Maggio
ResponderEliminarCuánto sentir y dolor frente a un amor profundo sin dejar de "ver" y qué bien plasmado en tu poema. Siempre digo, que uno puede hablar de lo que conoce, de lo vivido, experimentado. "Brillante"
ResponderEliminarUn abrazo mujer!!
Poesía, poesía! Metáforas excelentes.
ResponderEliminarBesossssss
Fuerte sentir dentro de un plasma femenino y poético. Duele el verso! Buenísimo. Abrazo de luna Poeta! Mary Acosta
ResponderEliminarUn erotismo que deja paso a la angustia, un crecimiento hacia adentro, doloroso y vibrante
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