LA CASA
Aquí la reja. El limonero enfrente.
Mi madre vive y es mentira todo.
Estoy leyendo. Llueve. Tengo el modo
y la mirada del adolescente.
Desde el patio rojizo, de repente
siento llamarme por mi viejo apodo.
La muerte está distante. En un recodo
andan amor y magia nuevamente.
Toco la puerta. Noto que no es mía,
que nada es mío, que el ayer embiste
contra mi desolada biografía.
Y cerca del umbral donde claudico,
perdido, viejo, avergonzado, triste,
me voy llorando igual que cuando chico.
OSCAR CORBACHO (1922-2015)
Nostálgico y contundente
ResponderEliminarQUE EXCELENTE POETA OSCAR CORBACHO ¡GRACIAS POR COMPARTIRLO!
ResponderEliminarNostalgia del tiempo ido...
ResponderEliminarExcelente elección. Gracias por compartirlo
Maria Cristina Fervier
MARIANO:
ResponderEliminarMUY BUEN POEMA!.. ESA MIRADA, ESE NIÑO CRECIDO Y TANTA ENSEÑANZA!... MIRAR TODA SU VIDA Y SU SUERTE!..DRÁSTICO. HERMOSO./LIDIA.CC.
David Sorbille dijo...
ResponderEliminarGracias, Mariano, por compartir éste singular soneto del gran poeta Oscar Corbacho! Un abrazo