22/5/15

Poema de Ignacio Giancaspro





 Hay que inventar la vida

 Sí
Hay que inventar la vida
Cuando todo es oscuro
Y nada tiene sentido
Buscar el sol en las pupilas
Y  el  Arco Iris  en la tarde
Hay que inventar la vida
con un aro mágico
de manos  entrelazadas
                y danzar
Buscando ese espacio interior
donde  realmente somos
y habitualmente no estamos
Cuidar aquel jardín olvidado
 que  alguna vez fuimos
para que vuelvan los pájaros
con el regalo de su canto
y la tersura juvenil
     de los jazmines

© Ignacio Giancaspro           

10 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

¡ qu´tema y qué final, ignacio!! me alegra mucho, mucho, que venga de vos. bellísimo. susana zazzetti

23 de mayo de 2015, 10:36  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Ignacio querido
un poema que cala con hondura en el lector y lo conduce por un sendero -tantas veces olvidado en estos tiempos- en él nos reencontramos, es cuando todo es posible, hasta la ronda y los coros de la infancia, de la magia, y de esa juventud que nunca muere para el poeta genuino. Te felicito.
cariños


Elisa Dejistani

23 de mayo de 2015, 15:00  
Anonymous Milagros Rodríguez ha dicho...

Ignacio no tengo palabras para describir la luz que tiene este maravilloso poema !!! Te felicito

23 de mayo de 2015, 18:03  
Anonymous betty badaui ha dicho...

Qué lindas propuestas, que bello poema y qué placer da esta lectura.
Un abrazo
Betty

23 de mayo de 2015, 21:47  
Blogger Nerina Thomas ha dicho...

Celebro tu poema Ignacio. La invento contigo!! Es tan necesario!!
Abrazo

23 de mayo de 2015, 22:11  
Blogger Liliana ha dicho...


Me parece sobre todo un poema optimista, que viene tan bien en esta época...."cuidar aquel jardin olvidado que alguna vez fuimos...."
Lindo....lindo!

Lily Chavez

24 de mayo de 2015, 8:14  
Blogger Adriana ha dicho...

Poema lleno de vida y entusiasmo, a pesar de la conciencia de las adversidades. Me gustó mucho eso del aro de manos, que traduce toda una filosofía de la vida. Muy bueno. Un abrazo. Adriana Maggio

24 de mayo de 2015, 16:36  
Blogger María Sonia Quevedo Hoyos ha dicho...

Es algo tan hermoso, que lleva la mente a danzar, y la piel, a disfrutar del roce que una vez sentimos.
Bello poema.

26 de mayo de 2015, 21:58  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Gran belleza en este poema conmovedor! Retornar nuevos, con cada edad, en cada momento, a ese jardín que somos. Habitarlo: ser y estar, a pesar de todas nuestras fracturas. Y que vuelvan los pájaros del alma!
Lo disfruté mucho
Un abrazo!

Amalia Zacoutegui

31 de mayo de 2015, 19:32  
Anonymous Anónimo ha dicho...

David Sorbille dijo...
Maravilla de poema, querido Ignacio! Un abrazo

14 de junio de 2015, 19:58  

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