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26/4/15

Poema de Beatriz Arias



Las ventanas altas
en las tardes húmedas de otoño,
la pequeña habitación donde escribía,
donde se arrinconaban mis párpados
No volveré, lo sé,
a tus paredes rosadas
que secuestraban la eterna biblioteca,
ni a tus persianas desorientadas por el viento,
ni al sol excesivo de tus patios.
Y el resplandor del crepúsculo
que amordazaba el piano
y el baile verde de las plantas.
No volveré, lo sé,
a tus grandes puertas blancas.
Te acaricio de lejos,
cuando las metálicas agujas de la lluvia
recortan los cristales,
cuando tu silueta de piedra
hiere el aire
y perfora el cielo.


© Beatriz Arias

7 comentarios:

  1. Excelente poema de un lugar acogedor, el lugar del yo poètico, lo que constituye la vida en rose deñ `poeta. Por esa casa rosa, que es la felicidad del escritor a la que no amedrentan (hermosísima imagen)las agujas de la lluvia que marcan las horas. Un beso Isabel Llorca Bosco

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  2. jorgepablomoreno.27 de abril de 2015, 5:15

    Poema nostalgico y liviano. Bella blancura y alas blancas.

    jorge pablo moreno.

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  3. No se olvida de ningún detalle el poeta.Gran descripción que acaricia de memoria.
    besos

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  4. Hermoso Poema Beatriz!!!

    Besos.
    Tere Vaccaro.

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  5. Bellísimo este poema, pleno de nostalgia. Un abrazo. Amalia M. Abaria

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