TALA
Hay un árbol tendido en plena calle,
el secreto de sus raíces, vencidas.
Corazón que agoniza sin certidumbre.
Una masacre de ventarrón en sus nidos.
Las ramas desmayadas.
Se escucha el último susurro de sus hojas.
Ha sido una noche de tala,
de furia que mutila.
Amanece en escombros.
Hay un hombre tendido en plena calle,
ya no tiene arraigo.
Un martirio de afonía en la garganta.
Sus manos, sucias.
El pecho fragmentado en evocaciones.
No hay llanto alguno en su penuria.
Ha sido una noche de tala,
de furia que mutila.
Amanece en escombros.
El hombre se levanta.
El árbol no.
© Gabriela Delgado
El hombre se levanta, el árbol no. Un final que todo lo define.
ResponderEliminarjorge pablo moreno.
Como siempre es un placer leerte Gaby. Muy hermoso tu poema, beso Alicora.
ResponderEliminarSiempre está el hombre unido a la gloria o al martirio del árbol
ResponderEliminarSe parecen tanto en su devenir
Muy buen poema Gabriela
Ignacio
¡Que buen cierre Gabriela Bravo!
ResponderEliminarMuy buena la idea de ver similitudes.De MIRAR con atención. Y el cierre - impecable -
ResponderEliminarUn abrazo
bello y duro su poema, amiga abrazo PAOLANTONIO
ResponderEliminarPrecioso poema. Me encantó el paralelo que discute con eso de que "los árboles mueren de pie". Muy bellas imágenes. Un beso. Adriana Maggio
ResponderEliminarGran Poema Gaby!
ResponderEliminarBesos.
Tere Vaccaro
Gabriela, en su idea, en sus paralelismos y repeticiones, en lo implacable de su final se lee un gran poema de una gran poeta. Un beso Isabel Llorca Bosco
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