26/4/15

Poema de Beatriz Arias



Las ventanas altas
en las tardes húmedas de otoño,
la pequeña habitación donde escribía,
donde se arrinconaban mis párpados
No volveré, lo sé,
a tus paredes rosadas
que secuestraban la eterna biblioteca,
ni a tus persianas desorientadas por el viento,
ni al sol excesivo de tus patios.
Y el resplandor del crepúsculo
que amordazaba el piano
y el baile verde de las plantas.
No volveré, lo sé,
a tus grandes puertas blancas.
Te acaricio de lejos,
cuando las metálicas agujas de la lluvia
recortan los cristales,
cuando tu silueta de piedra
hiere el aire
y perfora el cielo.


© Beatriz Arias

7 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Excelente poema de un lugar acogedor, el lugar del yo poètico, lo que constituye la vida en rose deñ `poeta. Por esa casa rosa, que es la felicidad del escritor a la que no amedrentan (hermosísima imagen)las agujas de la lluvia que marcan las horas. Un beso Isabel Llorca Bosco

26 de abril de 2015, 22:38  
Anonymous jorgepablomoreno. ha dicho...

Poema nostalgico y liviano. Bella blancura y alas blancas.

jorge pablo moreno.

27 de abril de 2015, 5:15  
Blogger gabriela ha dicho...

Excelente.

30 de abril de 2015, 2:54  
Blogger Nerina Thomas ha dicho...

No se olvida de ningún detalle el poeta.Gran descripción que acaricia de memoria.
besos

1 de mayo de 2015, 1:45  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hermoso Poema Beatriz!!!

Besos.
Tere Vaccaro.

2 de mayo de 2015, 18:32  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bellísimo este poema, pleno de nostalgia. Un abrazo. Amalia M. Abaria

9 de mayo de 2015, 13:46  
Blogger catalina boccardo ha dicho...

abrazos, beatriz

16 de mayo de 2015, 20:51  

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