Poema de Walter Mondragón
EL MONO MANÍACO
Yo,
El monomaníaco,
El no afecto a las cosas ni las vidas de los otros;
El que apenas existe…
El que es lo que es, sin proponérselo;
El que viene desnudo al encuentro con el azar;
El desprendido de la colmena pletórica;
El inútil
El ensimismado,
El que vive en la luna llena
(o entre olas)
Este que no comulga
(y sólo dice
despropósitos)
Ese que no suscribe
(el interdicto)
Aquel que no discute dogma, herencia o razón
El que no sabe ni está
(y poco
importa si come o duerme o sueña)
Al que le da lo mismo ayer, mañana o nunca
(lo que no implica adhesión o acuerdo)
Yo:
Que no nada
(ni nadie)
Dizque soy la máquina dañada,
el
que delira,
el enajenado.
© Walter Mondragón
Etiquetas: Walter Mondragón
7 comentarios:
además del poema, que me hizo reflexionar mucho, me fascinó ese mejicanismo " dizque" tan inusual y tan bellísimo en ese contexto. susana zazzetti
Lo mismo, enternecedor verso el "... dizque soy la máquina dañada..." Una gran verdad, por otra parte, en la realidad que palpamos.
No sé si "sin proponérselo" es imprescindible, pero sé que el poema funciona (como decimos por estos lares).
rolando
*
Más que Mono, te siento Dragón en esta letra. En todo caso, tu apellido no es casual. Gran poema
Elisa Dejistani
Tanta afirmación de no ser estiliza la belleza del decir y conduce a la idea de ser. De tu ser.
Excelente
Este poema a parte de estar bien escrito es sumamente simpático.
Un abrazo
Betty
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