Poema de Bibi Albert

  

AY 

Hay brisas que mueven rocas

como a bollos de papel.

Hay suspiros que pesan ataúdes.

Hay tempestades inodoras, mudas, quietas.

Hay un gato montés destrozando la espera.

Hay un alivio con el que nos mentimos.

Hay un otoño que no entiende

para qué llover sobre hojas secas.

Hay un amanecer que no encuentra el enchufe.

Hay piratas que no tienen ningún ojo.

Hay fantasmas que parecen decisiones.

Hay chizitos que crujen

como noches rotas.

Hay vinos en que nadan las arañas.

Hay lámparas heladas.

Hay picassos que se estampan en las muecas.

Hay colores donde no, donde no deben.

Hay cielos en la piel martirizada.

Hay huesos vainas de un rosario de bombas.

Hay momentos atrapados en el miedo.

Hay palabras desiertas, deshojadas.

Hay un viaje que no va, de brújula con alas,

con destino de topo, sin destino.

Hay ayes. Tantos ayes. Todos los ayes.

Ninguno.

© Bibi Albert