12/9/14

Poema de Bibi Albert




TURNO 

Espero que me atiendan.
Pasan hombres y mujeres con sus batas blancas,
no verdes, sino blancas.
La gente es tan absurda como siempre
con sus pequeñas preguntas prepotentes.
El altoparlante habla en altoparlantés,
incomprensible, pero nadie se da por aludido.
A mi derecha, el día grisea y se enjuga
con otoño incipiente.
A mi izquierda
más la muerte que la vida
desfilando
en las horizontales carrozas del olvido.
(Acá Pablo celebró su despedida
con todas las mujeres que lo amamos:
su olor sigue conmigo, tantos años después.)
Los apellidos suenan como números
desafinados
de una lotería en la que todos pierden.
Pero el mío duerme todavía en el buzón del consultorio,
le veo la lengua blanca, no lo agarran,
así que tengo para rato.
El frío y el calor se besan y confunden.
Un chico juega a pisar solo las baldosas negras.
Una señora busca en su bolsa crujiente
la verdad escondida de su día.
Yo invoco a la paciencia
-esa anémica diosa de los sueños-
con bostezos, suspiros y demás bocanadas.
Quiero un café con leche con una medialuna. O dos.
Y a lo mejor me voy, o a lo peor me aguanto.
El lipoma en el brazo es un emoticón
que trata de decirme: -¡Pará, loca!,
averiguá el mensaje que tengo para vos,
quedate piola…

¿Pero qué más escribo?


© Bibi Albert

8 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

paciencia Bibi, la horrible paciencia de los turnos.
Y tu modo de decir que juega al humor para no desesperar.
Sos única!

abrazo grande

claudia tejeda

13 de septiembre de 2014, 11:42  
Anonymous Anónimo ha dicho...



Sí, sí. Paciencia y afuera el sol.

Bello y duro poema.

Un abrazo grande.

Alicia Márquez

13 de septiembre de 2014, 21:58  
Anonymous Anónimo ha dicho...

" y qué más espero?" fuerte poema, bello...
gracias Bibi! un abrazo

norma starke

14 de septiembre de 2014, 12:01  
Blogger Adriana ha dicho...

Hermoso y tremendo en su precisión y su crudeza. Sos una grande. Qué maravilla que lo penoso, recurrente e inevitable pueda reelaborarse a través de la poesía (y del arte todo). Un beso grande. Adriana Maggio (Dirbi)

15 de septiembre de 2014, 9:57  
Anonymous Pauli ha dicho...

Me fascinó "el altoparlante habla en altoparlantés". Una gran tristeza se desprende de tu poema, Bibi: lo irrisorio del ser humano está allí. Como siempre, imágenes originales y acertadas. Beso.

15 de septiembre de 2014, 11:01  
Anonymous Anónimo ha dicho...

un poema con dolor real,preguntas y vivencias, tiene todo...
saludos
Anahí Duzevich Bezoz

16 de septiembre de 2014, 20:53  
Blogger Nerina Thomas ha dicho...

Maestra!!

17 de septiembre de 2014, 23:00  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Me envolvió la historia! Una maestra. Paolantonio

20 de septiembre de 2014, 17:14  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio