Poema de Ana Guillot
“Allí vi a mi Dama, tan feliz…” (Dante Alighieri, La Divina Comedia)
en su ámbar acuoso
inmóvil en su trono
la Dama exquisita aguarda a su creatura
y es un canto el llamado de su cuerda
(un laúd fino y terso
un orden musical de proporción feliz)
Ella sonríe y calla
(como una gioconda misteriosa)
con una bene-volencia como de terciopelo
mientras él tensa el arco y dispara la flecha
(el anhelo por Ella que bellísima aguarda)
la Dama ciñe la corona
sonríe la gioconda de luz en un planisferio de estrellas
y el creado impulsa aún más la flecha
(el anhelo por Ella que está permaneciente, permeable y
pendular)
hasta que un beso
le abra el corazón
la joya transparente
la semilla que late en ese cofre
© Ana Guillot
1 comentarios:
Todo lo que una escultura genera, crea un disparador único.
Saludos!!
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