el alma
no hay resolución HD, ni cantidad de pixeles
que te dejen ver el alma;
el alma no es 3D:
es más, si la pudiéramos ver,
el alma se vería para la mierda.
porque el alma debe ser tan fea como tenerle claustrofobia a
la caída de las hojas en otoño;
como cerrarle los ojos a la que pasa de Baudelaire.
tan horrible, ella:
el alma, tan
horrible como observar el despertador 5 minutos antes de la
hora
a la que uno pensaba levantarse.
el alma,
Ay! ,qué vergüenza sería escrutarse el alma;
sería como cuando se le sostiene la cabeza a un amigo
que está quebrando.
pero el alma no es tecnológicamente anacrónica.
el alma no se ve ni se vio nunca.
pero jode,
jode tanto como estornudar cuando uno está manejando,
o cuando –siendo hombre– se desea mear tranquilo.
duele, aparte, a veces, el, que es un ella, y le dicen alma:
duele ser tan perseguido por algo
que tiene ojos únicamente
para sí mismo:
¿será que el alma solamente se ve llorando?
¿pero quién la ve?
¿no será, acaso, que nos queremos sacar el alma de encima en
el llanto?
¿en el vómito?
¿en los mocos?
tanto que no se ve,
el alma, no tiene configuraciones.
pero todas esas imágenes, dirán, son comparaciones del alma.
y sí. por supuesto:
el alma es un montón de cuerpitos
que brillan por su ausencia.
© Ramiro Pelliza
Hola Ramiro: una búsqueda febril se advierte en tu poema, un hurgar en la esencia del alma desde lo más elemental, las tripas, los mocos, lo que aparentemente degrada al hombre pero que es un símbolo también de su miseria, de su fragilidad, de su imperfección, de su existencia como animal-del-mundo. Logradísimo Irene Marks
ResponderEliminarQué poema, de una temática que no es común que toquemos y esos dos versos finales buenísimos.
ResponderEliminarFelicitaciones
Lily Chavez
Un poema de una profundidad maravillosa. Lujo.
ResponderEliminarCariños
Tenés razón, hermano, "el alma no tiene configuraciones"; salvo la tuya, Ramiro. Tu alma está configurada para ser poeta. Y ojalá lo sigás siendo hasta el final. Gracias, como lector, por tu poema. Abrazo.
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